Pollo glaseado con mantequilla de miel y ajo

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Ingredientes

  • Para los Trozos de Pollo:
  • 500 g de pechuga de pollo (puedes usar muslos de pollo si prefieres)
  • 1/2 taza de harina de trigo
  • 1/4 taza de almidón de maíz (maicena)
  • 1 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de pimienta negra molida
  • 1/2 cucharadita de ajo en polvo
  • 1/4 cucharadita de cebolla en polvo
  • 1 huevo
  • 1/2 taza de leche
  • Aceite vegetal para freír (suficiente para cubrir la sartén)
  • Para la Salsa de Mantequilla de Miel y Ajo:
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • 4 dientes de ajo finamente picados
  • 1/4 taza de miel (preferentemente miel de buena calidad)
  • 1 cucharada de salsa de soja (opcional, para darle un toque salado)
  • 1 cucharadita de jugo de limón (opcional, para equilibrar el dulzor)
  • Pimienta negra al gusto
  • 1 cucharadita de hojuelas de chile (opcional, para un toque picante)

Si eres un amante de los sabores dulces y salados, el pollo glaseado con mantequilla de miel y ajo es la opción perfecta para ti. Esta receta combina lo mejor de ambos mundos, creando una capa crujiente y jugosa de pollo, bañada en una deliciosa salsa de miel, mantequilla y ajo que hará que tu paladar se derrita. Ya sea como aperitivo, plato principal o incluso como acompañamiento, estos bocados de pollo son un éxito seguro en cualquier ocasión.

Instrucciones:

Paso 1: Preparar los ingredientes del pollo

  1. Cortar el pollo: Comienza cortando la pechuga de pollo en cubos pequeños de aproximadamente 5 cm. Si prefieres, puedes utilizar muslos de pollo, pero asegúrate de deshuesarlos y cortarlos en trozos pequeños. Esto hará que el pollo sea más fácil de comer y cocinar uniformemente.
  2. Preparar la mezcla de harina: En un tazón grande, mezcla la harina de trigo, el almidón de maíz, la sal, la pimienta, el ajo en polvo y la cebolla en polvo. Esta mezcla será la que recubrirá el pollo para darle una capa crujiente.
  3. Preparar el huevo: En otro tazón, bate el huevo junto con la leche. Esto servirá como el líquido que ayudará a que la mezcla de harina se adhiera al pollo.

Paso 2: Empanizar el pollo

  1. Rebozar los trozos de pollo: Pasa los trozos de pollo primero por la mezcla líquida de huevo y leche, asegurándote de que estén bien cubiertos. Luego, pásalos por la mezcla de harina, presionando ligeramente para que la capa de harina se adhiera bien al pollo. Repite este proceso con todos los trozos de pollo.
  2. Freír el pollo: En una sartén grande, calienta suficiente aceite vegetal a fuego medio-alto. Para verificar si el aceite está lo suficientemente caliente, puedes sumergir un pedazo de la mezcla de harina en el aceite. Si burbujea de inmediato, el aceite está listo. Coloca los trozos de pollo empanizados en la sartén sin amontonarlos para evitar que se cocinen de manera desigual. Fría los trozos de pollo por aproximadamente 4-5 minutos por cada lado, o hasta que estén dorados y crujientes. Saca los trozos de pollo y colócalos sobre un plato con papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Paso 3: Preparar la salsa de miel, mantequilla y ajo

  1. Derretir la mantequilla: En una sartén aparte, derrite la mantequilla a fuego medio. Asegúrate de no calentar demasiado la mantequilla para evitar que se queme.
  2. Agregar el ajo: Cuando la mantequilla esté completamente derretida, agrega el ajo picado. Sofríe el ajo durante 1-2 minutos, o hasta que esté fragante y ligeramente dorado. Ten cuidado de no dejarlo demasiado tiempo para que no se queme y amargue la salsa.
  3. Añadir la miel y otros ingredientes: Una vez que el ajo esté listo, agrega la miel, la salsa de soja (si decides usarla) y el jugo de limón (si prefieres un toque ácido). Remueve bien la mezcla y deja que hierva a fuego lento durante 2-3 minutos, hasta que la salsa espese ligeramente. Si te gusta un toque picante, puedes añadir las hojuelas de chile en este momento.
  4. Sazonar: Prueba la salsa y ajusta la sazón añadiendo más miel si la prefieres más dulce o más salsa de soja si te gusta más salada. También puedes agregar un poco más de pimienta negra al gusto.

Paso 4: Glasear el pollo

  1. Glasear el pollo: Coloca los trozos de pollo fritos en la sartén con la salsa de miel y ajo. Remueve bien para que cada trozo de pollo quede cubierto con la salsa, y deja que se cocine a fuego bajo durante unos 3-5 minutos, permitiendo que el pollo absorba la salsa y se caramelice ligeramente.
  2. Servir: Una vez que los bocados de pollo estén bien glaseados y la salsa se haya pegado a ellos, sácalos de la sartén y colócalos en un plato. Puedes acompañarlos con arroz, puré de papas o una ensalada fresca para completar el platillo.

Consejos adicionales:

  • Si deseas que los bocados de pollo glaseado queden aún más crujientes, puedes hornearlos a 200°C (400°F) durante 5-7 minutos después de freírlos, para darles una textura más firme.
  • Puedes ajustar la cantidad de miel dependiendo de qué tan dulce prefieras la salsa. Si te gusta menos dulce, añade solo un poco de miel y compensa con más ajo o salsa de soja.
  • Para un toque extra de sabor, puedes espolvorear cebollín o sésamo tostado sobre el pollo antes de servir.

¡Listo! Ahora tienes una deliciosa receta de Pollo Glaseado con Mantequilla de Miel y Ajo que seguro hará las delicias de todos. Disfruta de su combinación perfecta de dulzura, salado y un toque de ajo.



Brown

Mi nombre es Brown, simplemente me apasiona la cocina por eso me dedico a compartir mis recetas con ustedes por medio de este blog.

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